Han salido hace muy pocos días dos nuevos juegos de la colección de puzzles de Simon Tatham. Ambos están basados en la misma idea de los cuadrados latinos en que se basan el Sudoku y el Futoshiki. Uno de ellos es un nuevo programa: se llama Keen y es un clónico de un juego conocido como KenKen, en el que además de cumplir la restricción de que se ha de componer un cuadrado latino, hay que cumplir que la operación aritmética indicada realizada entre los números contenidos en los rectángulos coincida con el número indicado; por ejemplo, 3- quiere decir que la diferencia de los números de ese rectángulo debe ser 3, y 24× que el producto debe ser 24. He jugado, pero no me ha enganchado mucho. El otro es una variante que se ha añadido a uno ya existente, el Unequal, clónico del Futoshiki. La variante consiste en que en vez de signos de desigualdad, hay unas barras entre algunos de los números, que indican que la diferencia entre las casillas es una unidad. A diferencia del Unequal convencional, las casillas que no tienen barra no son desconocidas, sino que se sabe que tienen una diferencia mayor que una unidad. Este sí que engancha, aviso.
Para quien no conozca la colección, advierto de que es peligrosa. Vicia demasiado. En particular, contiene un buscaminas cuyos tableros son siempre resolubles (no dependemos sólo de la suerte, como sucede en el convencional). Es el único buscaminas donde he visto un 8. Hay otras joyas que invito a descubrir, como el frustrante y divertido Inertia, el Net con sus conexiones, el Untangle con sus nudos o el Map, basado en el teorema del mapa de cuatro colores. La colección se caracteriza por una propiedad: todos los juegos generados son resolubles y en muchos (digamos en los que es posible) la solución es única.
No comments:
Post a Comment